Muchos años después, en otro lugar y con otros protagonistas, he vuelto a asistir a una conversación que ya escuché y que, en su momento, puse por escrito:
De pie junto a un banco, vio a El Cuevas. Estaba con dos chavales y
parecían discutir airadamente. Al acercarse, pudo oír la conversación:
―Brus
li está muerto. El mejor es Yaqui Chan ―decía José Manuel.
―¿Y
eso qué más da? Brus li es una leyenda y le da mil vueltas a Yaqui Chan, al Van
Dam y a ése que dices tú ―dijo El Cuevas.
―Yet
li ―aclaró Jesús.
―El
Van Dam sí que es un mierda. Una vez se encontraron por la calle Van Dam y Yet
Li. Se miraron y empezaron a pelearse. El Yet Li hinchó al Van Dame. Así: fa´…
fa´… ―José Manuel acompañó sus palabras de movimientos espasmódicos de brazos y
pies, como si hiciera kung fu.
―Me
da igual lo que digáis, Brus Li es el mejor ―El Cuevas defendía su postura con pasión.
―Ya
me estás enrritando, compare, con el mierda de Brus Li. Pero si está muerto. Si
ahora pelearan Brus Li y Yaqui Chan, ganaría Yaqui Chan.
―Claro,
pichica, porque Brus Li está muerto.
Manuel
sintió ganas de intervenir pero se contuvo, pensó que no estaría a la altura de
la conversación.
―Eres
un comemierda ―le dijo José a El Cuevas―.
Yaqui Chan tiene el récord del KO más rápido. Hace fa´… fa´ y te deja KO
―José Manuel repitió los movimientos espasmódicos dirigiendo los de los brazos
contra el defensor de Bruce Lee.
―Como
saque el espíritu de Brus Li te reviento a hostias.
―Eres
un fantasma, te vas a comer toas mis mierdas por tu boca.
La conversación se movía
por los derroteros habituales.
―Si Brus Li estuviera
vivo sería el mejor ―terció Jesús―, pero como está muerto el mejor es Yaqui
Chan. ¿Sabéis que mi papa le dio la mano a Brus Li?
―¿Qué dices? ―preguntó El Cuevas emocionado.
―Mi papa conoce a muchos
famosos. La noche antes de que muriera el Torete,
mi padre estuvo de fiesta con él y
se emborracharon juntos.
―Me estás vacilando.
―Que no, que es verdad
―dijo José Manuel―. Su papa ha viajao mucho, lo que pasa es que ahora ha
acabao en Archipiélago.
La
conversación se fue apagando hasta que los dos chavales decidieron largarse. El Cuevas quiso decir la última palabra
y les gritó:
―¡Brus li es el mejor!
―¡Comemierdas! ―le
respondieron los otros dos desde lejos.
―Joder, Cuevas ―le dijo Manuel―, ¿cómo te metes
en estos líos?
―Porque hay que defender
en lo que uno cree y yo creo en Brus Li.
(Sigue aquí, por cierto).
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