Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 7 de mayo de 2012

Primera muerte: La muerte del cocinero o El Ñoqui fatal

Nota: El guionista al que se le ha encargado la redacción de la saga destinada a revolucionar el mundo de la blogosfera, a saber: Las seis muertes de elhombreamadecasa, recibió una carta de un bufete de abogados en la que le amenazaban con castigos legales de todo tipo si desvelaba la identidad de los personajes de este relato. El guionista, en un gesto de cobardía habitual, ha decidido llamarles Comensal#1, Comensal#2 y Etcétera.


* * *


No le gustan gustaban los ñoquis. Era un cuestión de textura, le daban arcadas al metérselos en la boca, vamos.  Pero a Comensal#2 sí, por lo que decidió hacerlos para comer. Desconocía los gustos de Comensal#1 y Etcétera al respecto. Todo el mundo sabe que no es conveniente arriesgar cuando se tiene invitados pero, qué demonios, se dijo, la vida son dos días. Además, la sala Amatriciana es un caballo ganador.


INGREDIENTES (para 4 personas)


Ñoquis (la cantidad, como dijo una vez una panadera de Espinardo, depende: si comen mucho, hacen falta muchos y si comen poco, hacen falta pocos).
Una cebolla
Un puerro
Dos o tres dientes de ajo
Tres tomates
150-200 g de tocino
Sal y jengibre


PREPARACIÓN


Cocemos los ñoquis siguiendo las instrucciones del envase y, mientras, nos ponemos con la salsa.


Cortamos bien cortado todo. Los tomates se pueden pelar, despepitar y trocear sin tener que escaldarlos. ¿Qué somos hombres/mujeres o ratones/ratonas?


En el aceite ya bien caliente, echamos el ajo, damos un par de vueltas y añadimos el puerro y la cebolla. Damos unas vueltas más y añadimos el bacon. Cuando ya esté doradito todo, añadimos el tomate. Sal al gusto y un poquito de jengibre. Dejamos cocinar un rato, a fuego medio, y cuando veamos que la salsa ha cogido cuerpo, apartamos del fuego.


Colamos los ñoquis, se ponen un puñado en cada plato y se añade la salsa.


* * *


Cuando estuvo todo listo, se sentaron a la mesa. Esperó a que Comensal#2 empezara a comer y la miró con ojos expectantes. ¿Estarían en su punto? El estómago le dio un vuelco cuando vio la expresión de Comensal#2. Comensal#1, que también había empezado a comer, no se fue por las ramas.


-Tío, esto está duro como una piedra.


Etcétera le dio la razón y, quien sabe si por hacer una broma o por si constatar con una prueba física lo que acababan de decir, agarró un ñoqui y se lo lanzó al cocinero. Con tan mala suerte que le dio en la frente al cocinero que, asustado, se echó para atrás, perdió el equilibrio y se golpeó en la nuca.


Así fue como murió, por primera vez, elhombreamadecasa.

4 comentarios:

La esposa de su hijo dijo...

Asistiremos a su primer entierro con el estómago lleno de espagueti con tomate.

Medinaceli dijo...

Pues ya me dirás cómo es posible que estuvieran duros si se pusieron a cocer antes de empezar a preparar la salsa. ¿Qué eran, de cemento?
Vale con lo de la ficción, pero ¿y la verosimilitud?

lu dijo...

Creo que le faltan letras a la salsa... ¿Ves? Eso te pasa por hacerlo todo deprisa y corriendo, amo de casa. ¿Seguiste las instrucciones del envase o los pusiste en la olla sin encender el fuego? Tanto trabajo pa´ leches, qué rabia da. Por lo menos usaste ñoquis de paquete y no los hiciste caseros...
¡No te mueras más!

Raquel dijo...

Jo. He tenido que buscar "ñoquis" en la wikipedia. Qué poca cultura gastronómica tengo...