Cada miércoles un cuento en El Estafador

sábado, 21 de junio de 2008

Pa no fumar


Mira que me cuesta sacar tiempo y fuerzas para ponerme a escribir. Pues bien, esta mañana me he sentado aquí delante como un jabato, aguantando un dolor de riñones que me está matando (y ni siquiera puedo decir que tengo la regla), a escribir un post. Ya casi lo tenía terminado, era bien largo y bien chulo... ¡y se me ha borrado!

Suelo escribir con el tamaño de letra que sale por defecto y luego marco todo el texto y le cambio el tamaño para que sea más grande y se lea mejor. A los miopes no nos gustan las letras pequeñas. Cuando hago esto suele pasar que se me borra, no sé por qué. Entonces, como el blog tiene la opción de autoguardado, lo recupero. Pero hoy, en el colmo de la mala suerte, la máquina ha guardado el borrador en el preciso instante en que se había borrado. Una aguja en un pajar. Y lo he perdido todo. Por cierto que del hecho de que esto me pase tan a menudo sin que haya hecho nada para remediarlo sólo puedo concluir una cosa: soy, como poco, gilipollas.

Ante tal desgracia tenía cuatro opciones, a saber:

a) Estrellar el portátil contra la pared.

b) Estrellar mi cabeza contra la pared, la misma u otra cualquiera.

c) Comerme compulsivamente todo lo que hubiera en la nevera.

d) Fumarme otro cigar.

He optado por la cuarta opción, que parecía la menos perjudicial.


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