Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 31 de mayo de 2012

Cuarta muerte: La muerte del capitalista (que todos llevamos dentro) o Nunca más la lechera cotidiana

Mercedes entró de forma inesperada en el estudio y Fede movió rápidamente el ratón para cerrar la página que estaba viendo en internet.


-¿Qué hacías? -preguntó ella.


-Estaba viendo porno.


-En serio, ¿qué hacías?


-Un vídeo de dos tías de tetas enormes...


-¿Has vuelto a poner tu nombre entrecomillado en Google a ver cuántas entradas salían?


-Que estaba viendo porno, un vídeo vintage, bueno, de los ochenta, todo cardado, nada de silicona.


-Soy la madre de tus hijos, la que te salvó en el aeropuerto de Lima, la que te dice qué NO debes comprar en Mercadona, a mí no me engañas.


-Vale. No era porno. Estaba viendo cómo iba la prima de riesgo, ya sabes que tengo un enganche morboso con el tema.


-Casi me lo creo. Si no era lo de tu nombre, estabas flagelándote por la poca repercusión que tuvo en la blogosfera tu anuncio de retirada temporal del blog.


-¿Cuándo he hecho yo algo así?


-¿Carraspeo o te echo una de esas miradas?


-Eres muy cruel conmigo.


-No, espera, ya lo sé. Estabas viendo si sales en la próxima portada de Babelia.


-Qué bien te lo pasas.


-"Lo cuantitativo, aunque pueda parecer una paradoja, es finito. Lo cualitativo, sin embargo, no tiene final. Tomemos lo cualitativo".


-Yo no hablo así.


-Cuando citas, sí.


-¿Tan pomposo?


-Tanto.


-Procuraré enmendarme.


-El Arte es lo mismo que la Vida, no se puede separar. Algo haces mal si hablan bien de ti. La invisibilidad es la estrategia, donde radica nuestro poder. El público es siempre idiota. Hay que hacer lo que uno hace para pasárselo bien, da igual que se trate de fregar los platos o de escribir una novela, hay que vivir en un juego eterno. Los premios son el lado oscuro de los castigos, los unos no pueden existir sin los otros, acabemos con ambos. ¿Sigo?


-No, creo que me hago una idea. Has sintetizado muy bien mi pensamiento.


-Para que luego digas que no te escucho. Déjame que te diga otra cosa. Tu falta de éxito es tu éxito. Pareces, a veces, idiota: si triunfases querría decir que eres válido para el Espectáculo, que este poder de mierda que nos domina te quiere y eso, bueno, me rompería el corazón


-Estaba pensando que hace tiempo que no escribo poesía.


-¿De la buena o de la mala?


-De la que no gana premios.


-Ese es mi hombre.




6 comentarios:

Bree dijo...

Te meten mucha caña eh...

NuBadi dijo...

Jajajajaja
me mataste!!!!

Estefania dijo...

Pero se han acabado las muertes??? jooooo yo me reía muchoooo buaaaaaaah

buaaaaaah

buaaaaaah

paparracho dijo...

Éxito puedes tener sin dejar de ser revolucionario. Empieza a sospechar si el éxito es muy masivo.

La estupidez del público (o su ignorancia, en el sentido no peyorativo del desconocimiento) es lo único que podría explicar, en cualquier caso, que tus libros no tuvieran un éxito rotundo. :)

La esposa de su hijo dijo...

¿de verdad quieres tener éxito? ¿de verdad quieres ser invisible?
según el día.

mona dijo...

Toda la razón para Mercedes :)