Ayer por la tarde, Mercedes sacó un ratillo para leer mi blog. Que se note que estamos de vacaciones. A mí esas cosas me emocionan mucho. La espío de reojo para ver sus reacciones y espero con el corazón en un puño para preguntarle ¿qué tal? Como ella es muy manchega, suele responder con un escueto bien. Entonces aprovecho y digo lo que pienso sobre mi propio texto. ¿A que es divertido lo que escribo? le pregunté. Bueno y también es algo melancólico, seguí. Sí, dije, es un poco agridulce. Y concluí: soy como el cerdo.
Ja, ja, ja, las manchegas son así, primo. Bonicas del tó, pero no regalan nada.
ResponderEliminarHombre, hay que reconocer una mejora desde estos pequeños momentos del 2008 a los ya mini relatos gráficos de finales del 2009. Yo creo que Mercedes lo clava.
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